domingo, 19 de junio de 2011

Y ahora piensas, ¿que fue lo te hizo mirar atrás aquel día?, ¿por qué ahora quieres el pasado y no el presente?
Pues sinceramente, no lo sé.
Quizás es porque el pasado es lo que me hizo realmente feliz, o simplemente porque quiero volver a soñar despierta.
A lo mejor debería preocuparme más por el presente, pero sin embargo, lo hago por el pasado, porque solo él supo encontrar mi sexto sentido.
Y ahora estás en un lío del que nadie te puede ayudar a salir, tendrás que salir tu sola de ese pozo sin fondo.
Buscas mil y una soluciones, pero te das cuenta de que eso no es cuestión de elegir cosas tontas como elegir el color de la plastilina o coger el bolígrafo azul o negro para hacer un examen, no, eso es real, aquí tienes que elegir en mirar adelante o mirar atrás, porque no se pueden hacer las dos cosas a la vez.
Si miras adelante podrás encontrarte obstáculos, pero no todo son complicaciones.
Si miras atrás, ya sabes como es el camino.
Ahora te toca elegir. La mayoría de la gente, como yo, eligiría mirar atrás, porque ya conocen el rumbo.
Pero claro, mirar atrás supondría dejar de mirar adelante, y eso causa los problemas.

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