miércoles, 7 de diciembre de 2011

El tiempo funciona sin pilas. Los trenes no esperan y se largan. Las tapas de los bolígrafos se pierden. Las palabras son inversamente proporcionales a todo lo que queremos decir. La batería de los móviles siempre falla. Las miradas ya son sin compromisos. La música pierde interés por sus letras. Los zapatos se desgastan. Los sueños siempre llegan con retraso. El pasado te hace rebobinar tu vida. Los días martes y trece conspiran contra a ti. Los besos se agotan. La esperanza desespera. Las leyes se imponen sin venir a cuento. Los lunes son odiosos. Los compromisos se desentienden. Las luces se funden. Los sentimientos se confunden. Los semáforos siempre se ponen rojos si los miras. Las prisas te retrasan. Los momentos son instantes. Los perros ladran por que sí. Y los gatos son muy perros. Los malos son muy malos, y los buenos, no tan buenos.

viernes, 28 de octubre de 2011

Cosas diferentes.

Aprendí que los peces nadan y la aves vuelan. Que los políticos mienten, que la Tierra es redonda. Que la gente es falsa, que todo el mundo tiene dos caras. Aprendí que la suma de dos y dos son cuatro, que hay que dar más de lo que se recibe. Que no hay que ilusionarse demasiado. Que la vida es un regalo. Me enseñaron que el futuro no está escrito, que el universo es infinito y que nosotros somos personitas diminutas, casi inexistentes. Aprendí que el tiempo pasa, que las arrugas salen, que los pechos se caen y que la belleza no es lo más importante. Aprendí a no creer en las promesas, a confiar en casi nadie y a contar con los dedos de una mano a quien de verdad siempre estuvo a mi lado.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Todo es tan irreal.

Parece algo sacado del parchís o peor, del monopoly.
¿Qué coño es esto?
Pues hay gente que lo llama amor, otros lo llaman jugar.
Yo no se ni que pensar sobre eso.
Todo es muy bonito al principio, pero siempre hay algo o alguien que se mete en medio. A veces no es culpa de nadie, pero ya eso da igual, lo perdiste.
Pero siempre cabe la posibilidad de que vuelva, no en mi caso.
Y después de todo, esta muy claro que lo sigues queriendo, tal vez no como antes pero siempre tendrás esos recuerdos en el fondo de tu corazón, y sabiendo que no puedes recuperarle, lo intentas y fallas.
¿Ahora que debes hacer?
Yo ya me cansé de luchar por alguien que se que no luchará por mi, me rindo.

sábado, 23 de julio de 2011

Las malas noticias son buenas noticias. Pocas cosas hay que nos satisfagan tanto como la humillación de aquellos a quienes detestamos o admiramos, o a quienes incluso ni tan siquiera conocemos. Devoramos la noticia al igual que un perro lo hace con una chuleta, una fotografía "sin maquillaje" o incluso un nimio cotilleo local.
Nada vende tanto como el fracaso.

La sabiduría está sobrevalorada.
Enemiga acérrima del exceso y la precipitación, se nos presenta como la llave que nos abrirá las puertas de cuanto es verdad, correcto y equilibrado. Sin la intemperancia ni la impulsividad, no obstante, resultaría del todo innecesaria y, de echo, sólo se adquiere a partir del comportamiento errático. Tanto es así que, si aspiras a ser sabio algún día, es indispensable pasarse la vida haciendo estupideces.