y te das cuenta de que caminar sola es la mejor opción,

que quieres volver a ser la niña que siempre jugaba solitariamente en el columpio.

y vuelves a intentarlo, pero te das cuenta de que ya eres mayor y corres muchos riesgos en la vida, entonces se debilitan tus ganas de seguir viviendo.

porque sabes que tu vida no será igual que cuando eras una enana. En aquellas edades en donde estar enamorada no era posible, que tener novio solo era apuntar su nombre en una hoja, y que cuando lo veias, te daba verguenza...